3B_30: Hijo/a mío/a, puesto que me has dado tu sí por tu sufrimiento, debes de cesar de mirarte, de ver tus penas, tus alegrías y tus miserias, para mirarme a Mí y ver el camino que yo tuve que seguir para salvar al mundo. Este sí es el sí que agrada al Padre y que produce muchos frutos.