3B_10: Hijo/a mío/a, tú debes de entregarme tu pasado, tanto lo que es bueno como lo que es malo, hermoso, o feo. Dado a la Misericordia del Padre, este pasado ya no es un peso para ti, porque ya no lo portas sobre tus espaldas. El Padre lo coloca bajo tus pies, como las piedras, para elevarte hacia Él.